Parece que después de algunos años teniendo que pagar por las bolsas de plástico, hemos conseguido interiorizar como hábito el hecho de llevar una bolsa de tela en el bolso.
Si bien es cierto que el cambio se consigue a través de pequeñas acciones, parece que esta acción es más una limpieza de conciencia que un compromiso real con una vida más sostenible.
Y es que está muy bien ir a hacer la compra con nuestro tote bag de tela, pero nos falla la conciencia de consumo cuando la llenamos con envases de un solo uso y bandejas de fruta (pelada o sin pelar) envuelta en plástico.
Vamos a darle una vuelta a la cesta de la compra habitual con unos consejos para comprar de manera más sostenible.
– Prioriza la compra a granel: no solo de fruta y verdura, que es fácil de comprar sin necesidad de que vaya envuelta en plástico, sino también de legumbres, pasta, arroz, cereales…
– Lleva tus propios envases: las bolsitas de tela o de rejilla son una solución fantástica para los productos sólidos y, para los líquidos, puedes reciclar envases de vidrio de productos que hayas adquirido anteriormente.
– Trae tus tuppers a la compra: si consumes productos animales como carne, pescado, embutidos o quesos, puedes pedir que te los pongan directamente en una fiambrera en lugar de envolverlos en papel plastificado.
– Prioriza la compra en el pequeño comercio: en las tiendas de venta a granel o de productos ecológicos puedes encontrar prácticamente de todo (¡y más!) y podrás comprarlo a granel.
– Recupera la tradición de los mercados: no solo encuentras productos locales y de proximidad; puedes salir con una cesta de la compra zero waste total.
– Pásate a la cosmética sólida: casi todos los cosméticos tienen una versión sólida (sin envases de plástico) y libre de productos tóxicos, siliconas y parabenos.
Estas son algunas de las pequeñas acciones que puedes incorporar a tu compra para seguir apostando por un consumo más sostenible.
Recuerda siempre que vale la pena incorporar los cambios poco a poco, pero de manera permanente, a intentar cambiarlo todo de golpe y frustrarte. Elige la que te resulte más sencilla de cumplir ¡y a por el reto de la compra sostenible!